| Mientras el gobierno se sostiene en que mantendrá el impuesto del 4 por mil a las transacciones financieras, a varios congresistas no les suena para nada el pago de este tributo.
Sin embargo, durante la Convención Bancaria que se realizó en Cartagena, muy pocos se atrevieron a plantear su desmonte total, por considerar que por esta vía el país viene recibiendo cuantiosos recursos, que serían difíciles de obtener por otra vía.
Anualmente, el cuatro por mil le representa al país cerca de 2.8 billones de pesos, además de ello este es un impuesto es de fácil recaudo y que se hace difícil evadir.
“Ese es el último dinosaurio de nuestra economía”, afirma el senador Camilo Sánchez, al comentar sobre ese tributo. Para el legislador, la vigencia de este gravamen atenta contra los propósitos del gobierno de extender los servicios financieros a las zonas más apartadas del país.
Para el dirigente político, el gobierno nacional debe pensar en serio en iniciar un desmonte gradual de este tributo.
En ese sentido, anticipó que durante el estudio de la reforma propondrá exonerar de este gravamen, todas transacciones financieras cuyo monto no supere los 10 millones de pesos.
Según el senador, Luis Guillermo Vélez, un amplio sector del Congreso es partidario de desmontar este tributo, o de destinarlo a financiar programas de corte social, una propuesta que “poco” le suena al Gobierno. El veterano dirigente político es partidario de bajarle dos puntos a este impuesto.
“Es necesario su desmonte, el cuatro por mil se creó como un impuesto de carácter temporal, por lo que hay que ser creativos buscando nuevas fuentes de recursos”, comentó la representante a la Cámara, Sandra Ceballos.
Los reparos de los legisladores hacia este impuesto se asemejan a las críticas que le hacen los banqueros.
La presidenta de la Asociación Bancaria de Colombia, Patricia Cárdenas Santamaría, considera que este gravamen es “ineficiente y antitécnico y ha desestimulado la modernización de los medios de pago en el país”.
Desestímulo
El presidente Ejecutivo de Redeban, Enrique De La Rosa, indicó que por cuenta de este impuesto en Colombia se ha desestimulado el uso de las cuentas de ahorro y corriente.
“Colombia es uno de los pocos países donde el uso del efectivo viene creciendo”, expresó.
Pero las peticiones de los banqueros, encuentran un duro escollo en el gobierno nacional, para cuyos representantes “la reforma tributaria no es negociable” y este gravamen es uno de los puntos más sustanciales de la iniciativa.
Durante su intervención en el encuentro de banqueros, el ministro de Hacienda y Crédito Público, Alberto Carrasquilla indicó que hasta ahora no ha recibido argumentos convincentes que permitan modificar la propuesta que está a punto de ser analizada por el legislativo. Sin embargo, se declaró abierto al dialogo.
|
