rebajar el impuesto a los automóviles

REFORMA TRIBUTARIA AUTOS GAMA ALTA - ( JULIO 2006)

PLANTEAMIENTO AL MINISTRO DE HACIENDA

El ministro de hacienda, ha propuesto rebajar el impuesto a los automóviles particulares de la gama alta y para compensar esos ingresos que deja de recibir el fisco, resolvió gravar los alimentos. La promesa de que a cambio se subsidiarán los estratos menores, en la práctica es supremamente engorroso y costoso manejar estas devoluciones, lo cual sería un foco más para facilitar el saqueo de los dineros recaudados.

Al ministro de hacienda se le olvidó el comportamiento de la curva de demanda de los bienes suntuarios, como son los automóviles particulares de gama alta o sea automóviles particulares de más de $100´ millones. Una persona que pueda darse el lujo de dejar de recibir ingresos por lo que le pudieran rentar cien millones de pesos, puede ser gravada con el 50% y de todas maneras adquiere el vehículo, porque lo que quiere connotar ante los demás, es que posee suficientes ingresos discrecionales, para poder darse esos lujos, sin tener que dejar de adquirir otros bienes y servicios.

A título de ejemplo, esos cien millones en 10 años rentando 1% mensual durante 120 meses, significaría un incremento de $120 millones o sea que en total acumularía $220 millones. En cambio ese vehículo que compró en $100 millones, a los 10 años escasamente le valdría $50 millones. Rebajar, en vez de subir los gravámenes, a quienes derrochan el dinero de esa manera, es una insensatez. A nadie con sana lógica se le puede ocurrir rebajar impuesto a bienes suntuarios y a la vez pretender cubrir esas rebajas con impuestos al principal rubro de las necesidades básicas de toda persona, como son los alimentos.

Por otro lado, no es justo que seamos castigados los cumplidos, obligándonos a pagar mucho más de lo debido, para llenar el supuesto hueco fiscal, cuando a la vez, por culpa de negligencia de la DIAN, no se han recaudado billones de pesos, por no actuar eficazmente sobre los morosos y evasores; esto es una inequidad desde todo punto de vista. Si el ministro de hacienda no toma medidas correctivas de inmediato, el congreso debiera negar toda nueva imposición, en especial a los alimentos, hasta que se subsane este hecho de una vez por todas y así, no permitir que por falta de voluntad política del ejecutivo, se perpetúe esta situación tan inicua.

Economista, Antonio Rebellón L.-Cali

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