Un impuesto antitécnico y regresivo
Dentro de los muchos bandazos que ha dado el Gobierno en los anuncios sobre reforma tributaria, el último de ellos consiste en la idea de transformar el IVA sobre productos de primera necesidad que originalmente había propuesto en 10 por ciento por un impuesto a las ventas del 2 por ciento sobre todos los productos básicos. Los impuestos a las ventas se han transformado en toda Europa y en América Latina por impuestos al valor agregado. Nosotros lo cambiamos en 1983, cuando el antiguo impuesto a las ventas se transformó en un impuesto al valor agregado.Éste último es mucho más técnico que el primero, pues permite descontar en las cadenas productivas los impuestos pagados por el transformador o industrial por la adquisición de insumos o materias primas que a su turno estén gravados con IVA, y que utilice en sus procesos productivos. Y es también más fácil de controlar pues existe el estímulo a auto declarar el pago del IVA a terceros para poderlos descontar.
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